Serie de conferencias del IMWG: Dar sentido al tratamiento
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La Comunidad de Madrid (inglés: /məˈdrɪd/;[3] español: Comunidad de Madrid Pronunciación en español: [komuniˈðað ðe maˈðɾið] (escuchar)) es una de las diecisiete comunidades autónomas de España. Está situada en el centro de la Península Ibérica y de la Meseta Central. Su capital y mayor municipio es la ciudad de Madrid, que es también la capital del país. La Comunidad de Madrid limita al sur y al este con Castilla-La Mancha y al norte y al oeste con Castilla y León. Se creó formalmente en 1983, a partir de los límites de la provincia de Madrid, que hasta entonces se incluía convencionalmente en la región histórica de Nueva Castilla.
La Comunidad de Madrid es la tercera más poblada de España, con 6.661.949 (2019) habitantes concentrados mayoritariamente en el área metropolitana de Madrid[4], y es también la comunidad autónoma más densamente poblada. En términos absolutos, la economía madrileña es, desde 2018, ligeramente superior en tamaño a la de Cataluña[5] Madrid tiene el mayor PIB per cápita del país[6].
Referéndum de Cataluña: Un país, dos historias
Madrid (/məˈdrɪd/ mə-DRID, español: [maˈðɾið])[n. 1] es la capital y la ciudad más poblada de España. Tiene casi 3,4 millones[7] de habitantes y una población en el área metropolitana de aproximadamente 6,7 millones. Es la segunda ciudad más grande de la Unión Europea (UE) y su área metropolitana monocéntrica es la segunda más grande de la UE[8][9][10] El municipio tiene una superficie geográfica de 604,3 km2[11].
Madrid se encuentra a orillas del río Manzanares, en el centro de la Península Ibérica. Capital de España (casi ininterrumpidamente desde 1561) y de la Comunidad Autónoma de Madrid (desde 1983),[12] es también el centro político, económico y cultural del país[13] La ciudad está situada en una llanura elevada a unos 300 km de la costa más cercana[14] El clima de Madrid se caracteriza por veranos calurosos e inviernos frescos.
La aglomeración urbana de Madrid tiene el segundo mayor PIB[15] de la Unión Europea y su influencia en la política, la educación, el entretenimiento, el medio ambiente, los medios de comunicación, la moda, la ciencia, la cultura y las artes contribuyen a su estatus como una de las principales ciudades globales del mundo[16]. [Por su producción económica, alto nivel de vida y tamaño del mercado, Madrid es considerada el principal centro financiero[18] y el primer polo económico de la Península Ibérica y del sur de Europa[19][20] El área metropolitana acoge a grandes empresas españolas como Telefónica, Iberia, BBVA y FCC[21] Concentra el grueso de las operaciones bancarias del país y es la ciudad de habla hispana que más páginas web genera[21].
Los españoles en Madrid disfrutaron de un buen remojón durante un
En algunas parroquias españolas del siglo XVII hasta el 14% de los niños bautizados eran expósitos, dejados al cuidado de la caridad; eran entregados a la institución por la comadrona, que los asistía en el parto, o recibidos anónimamente a través de la escotilla. Las hambrunas y las pestes producían expósitos, y más aún las ansias de reputación familiar; la mayoría de los expósitos nacían fuera del matrimonio.
FamilySearch da acceso a los Registros de admisión que llevaba la casa de expósitos de Granada a finales del siglo XVII y principios del XVIII. Se trata de extraordinarios testimonios de la cultura material de la época, en los que se registran los objetos con los que se abandonaba a un bebé cuando se le dejaba a merced de los extraños: paños, mantas de bebé, pañales [… ] si no venía simplemente “envuelto en trapos”.
Algunos niños llevaban adheridas cruces de Caravaca, higos de azabache o una nota cuyo contenido era copiado palabra por palabra por el administrador. Así, podemos imaginar un trasfondo de complicadas relaciones familiares y nacimientos poco comunes: se nos informa, por ejemplo, de que un niño había nacido prematuro y había matado a su madre en el parto; que era huérfano y se había alimentado precariamente con papilla hasta el momento; que era de buenos padres que lo habían abandonado “por temor a grandes daños” -¿un caso de honor? -, que debía ser retirado de la institución al cabo de unos días y que por ello llevaba una “señal en la oreja derecha”, que “no tenía agua” (es decir, no había sido bautizado), que “los padres eran de sangre cristiana vieja y limpios de toda mala raza”. Algunas notas incluso dotan al bebé de una voz que suplica “por un pecho” (“deme la teta”) y asegura que Dios le devolverá el favor. [Wolfram Aichinger y Lisa Heilig]
Archivo Regional del Noroeste: Día 3 – Parte 1
Los 46 millones de españoles disponen de una amplia oferta de cadenas de televisión, tanto nacionales como autonómicas. La cadena nacional Televisión Española (TVE) comenzó en 1957. La televisión regional española comenzó en San Sebastián, cuando el Gobierno Vasco decidió emitir para su pueblo en su propia lengua en 1982. En 1986 se inauguró un segundo canal vasco que emitía en español. En 1985, la Televisión de Galicia (TVG) puso en marcha su propio servicio completo de transmisión en gallego desde su estación en Santiago de Compostela, cubriendo la región gallega.
Sistemas similares se han implantado en Cataluña (1983), Comunidad Valenciana (1989, cerrada en 2013), Andalucía (1989), Comunidad de Madrid (1989), Canarias (1999), Castilla-La Mancha (2000), Asturias (2005), Murcia (2005), Baleares (2005), Aragón (2005), Extremadura (2006) y Castilla y León (2009).
En España, estas emisoras suelen denominarse televisiones autonómicas, ya que son propiedad de sus correspondientes Comunidades Autónomas, cuyos gobiernos las subvencionan, aunque la financiación extra se obtiene a través de anuncios publicitarios. Estas emisoras tienen como objetivo difundir y promover la cultura, las tradiciones, la lengua y la realidad social e institucional de cada Comunidad, ofreciendo un servicio público de contenidos cercanos. También desempeñan un papel crucial como motores de la industria audiovisual local y de la innovación.